RVCF-UD las Palmas 3-0

3-0: El Pucela reemprende la marcha

El Real Valladolid recuperó las buenas sensaciones de los primeros partidos de Liga y goleó a Las Palmas, un buen equipo que estará en la lucha por el ascenso

El Real Valladolid se reencontró este domingo con su mejor versión y goleó a Las Palmas por 3-0 en el partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Adelante que se disputó en la tarde otoñal de este domingo en el Estadio Zorrilla. Con estos tres puntos, el Pucela reemprende la marcha hacia la zona más noble de la tabla y rebasa a su rival esta tarde, Las Palmas, que dejó constancia en Valladolid de que esta temporada luchará por el ascenso porque atesora en su plantilla juventud y talento en grandes dosis.

Para quien no supiera por qué Las Palmas no había perdido ningún partido esta temporada, este domingo, el día que hincó la rodilla, salió de dudas. La U.D. Las Palmas se trata de un gran equipo, con muchos futbolistas que tienen ese "duende" del jugador canario: listo, intuitivo, rápido mentalmente, vertical, técnicamente impecable... Vamos, que para los ojeadores este equipo es un auténtico filón.

Por eso, la victoria blanquivioleta tuvo doble mérito. Ganó y convenció porque para doblegar a un enemigo de tanta enjundia había que hacer muchas cosas bien. Y el Real Valladolid, bien aleccionado, las hizo. Por ejemplo, aguantar el "chaparrón" inicial de Las Palmas, que salió al campo con un desparpajo alucinante, moviendo el balón a un velocidad de vértigo y llevando mucho peligro a un Jacobo que frenó en seco todo el peligro y transmitió una gran seguridad. En este arranque canario, uno de sus mejores jugadores fue el extremo zurdo Vitolo, que en el minuto 13 se lesionó.

Frenado el arreón inicial amarillo, el Real Valladolid fue creciendo a base de esfuerzo, orden y sacrificio, y sacó la cabeza arriba cuando Aythami cometió un penalti tan claro como innecesario sobre Guilherme, que Jorge Alonso transformó en la primera ventaja.

El gol dio más aplomo al Real Valladolid y lastró un poco el juego de Las Palmas, por lo que las fuerzas se equilibraron, hasta que en el final de la primera parte el equipo vallisoletano asestó a su rival el golpe definitivo. En el minuto 44, la estrategia decantaba definitivamente la balanza hacia el Real Valladolid: Jorge Alonso sacó un córner y en el primer palo Arzo cabeceó de forma impecable hacia atrás para poner el 2-0.

En la segunda parte Las Palmas se diluyó y el Real Valladolid se encontró cómodo atrás y rápido para salir a la contra, aunque volvió a tropezar una y otra vez en uno de sus mayores defectos: le cuesta muchísimo matar los partidos en los contraataques. Llega en ventaja numérica en infinidad de ocasiones, pero cuando llega la última elección en el pase, se equivoca.

Pero como alguna vez también tiene que fallar el contrario, en uno de esos errores David García marcó en su propia portería y cerró el marcador, aunque también es cierto que el centro de Nauzet, otra vez rapidísimo, en su enésima escapada, fue muy bueno al primer palo y si el central canario no mete el pie, Javi Guerra hubiera fusilado a Barbosa.

En los últimos minutos, Las Palmas se quedó con 10 jugadores en el campo porque Jonathan Viera, otra de las perlas canarias, se lesionó cuando Paco Jemez había agotado los tres cambios, pero también en inferioridad numérica los canarios crearon peligro. Lo cierto y verdad es que si Las Palmas salió ayer de Zorrilla sin marcar probablemente no vuelva a hacer gol en Valladolid nunca más.
Para el Real Valladolid, la victoria ante Las Palmas supone reemprender la marcha tras cuatro semanas sin ganar y tres empates consecutivos, recuperar buenas sensaciones, acortar distancias con los líderes y ganar una semana más de trabajo tranquilo para seguir engrasando la maquinaria perfecta que quiere Antonio Gómez.

La próxima cita será en Girona, el próximo sábado. Una buena ocasión para no salirse del buen camino.
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PONFERRADINA-RVCF 1-1

1-1: El Pucela se complica la vida en Ponferrada

El Real Valladolid se complicó la vida en El Toralín y no pudo pasar del empate (1-1) ante una Ponferradina que se mostró como un conjunto voluntarioso y trabajador para explotar sus modestos recursos futbolísticos. Lo difícil para los vallisoletanos en la tarde de este domingo era abrir la lata y cuando Javi Guerra acertó a desnivelar la balanza con un golpe de talento, no supo mantener la ventaja. Fruto de un error defensivo permitió a la Deportiva empatar y venirse arriba para poner en el aire incluso la igualada. Y es que el Real Valladolid, que debió ganar, estuvo a punto de perder porque en el descuento el colegiado, que fue lo peor de un partido malo, pudo pitar un penalti de Jacobo a Gorka Saizar.

La actuación del árbitro andaluz Melero López tuvo mucho que ver en el pobre espectáculo que se vio sobre El Toralín. La Ponferradina, a falta de talento pone coraje y entrega, tuvo que emplearse a fondo para parar al Real Valladolid. Dicho de otra forma: se empleó de forma dura para frenar la construcción blanquivioleta y el árbitro hizo la vista gorda, no supo llevar el partido.

Además de no saber gestionar la conducción del arbitraje, tuvo errores decisivos. El primero, un claro penalti de lateral izquierdo berciano Candela al lateral derecho vallisoletano Pedro López en el minuto 16. El segundo, en el gol vallisoletano, ya que Javi Guerra arrancó en fuera de juego a un pase largo de Valiente antes de definir como un delantero de muchos quilates para marcar el primer gol del partido en el minuto 53. Y el tercero, como colofón a su tarde desafortunada, en el descuento, al no señalar lo que la Deportiva reclamó como un claro penalti de Jacobo a Gorka Saizar en pleno desbarajuste final.

El gol vallisoletano fue la primera acción destacable tras un monólogo del Real Valladolid intentando sin fortuna llegar al área de Queco Piña y una Ponferradina que se empleaba como podía en achicar el planteamiento blanquivioleta, que presentaba dos novedades con respecto a otros encuentros: Óscar entró en la banda izquierda desplazando a Sisi a la derecha, propiedad hasta este encuentro del lesionado Nauzet, y Jesús Rueda fue la pareja de Álvaro Rubio en el centro del campo por el también lesionado Jorge Alonso, y por delante de Baraja, que sustituyó en la recta final al extremeño cuando éste se lesionó.

Además del cambio obligado de Baraja por Jesús Rueda, Antonio Gómez metió un poco antes del gol vallisoletano a Keita por Calle, y justo después del tanto de Javi Guerra a un desubicado Óscar por Álvaro Antón. Las entradas de Keita y Álvaro Antón pudieron ser decisivas porque Keita, a raíz del gol vallisoletano, estrelló el balón en el larguero tras una falta lateral ejecutada por Álvaro Antón. Y el propio jugador burgalés, en un contraataque en el tiempo de descuento, cuando cualquiera de los dos equipos pudo ganar, picó el balón desde la frontal por encima de Queco Piña y obligó a una buena intervención al cancerbero blanquiazul.

Lo cierto es que el Real Valladolid se complicó mucho la vida en Ponferrada. Hizo lo más difícil, como era adelantarse en el marcador en la primera oportunidad clara que tuvo -la Ponferradina dispuso de dos situaciones clarísimas en el arranque de la segunda parte desbaratadas por Jacobo-, y no supo aguantar la ventaja ante un rival inferior. Pagó muy caro un error defensivo y se vino abajo, situación que se ha repetido en los partidos fuera de casa: en todos, el Real Valladolid dio primero, pero sólo en Granada, a duras penas, aguantó la victoria; el Real Betis le doblegó, el Elche le empató con diez futbolistas y un jugador de campo de portero, y este domingo la Ponferradina, con muy poco, le arrebató la victoria. Una situación que le priva en estar en la zona de ascenso y le deja en la séptima plaza.

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RVCF-Albacete 1-1

1-1: El Pucela se queda sin puntería y sin dos puntos
La falta de acierto en el remate impidió al Real Valladolid doblegar a un buen Albacete


El Real Valladolid cedió sus primeros como local en la Liga Adelante 10/11 al no poder pasar del empate (1-1) frente al Albacete Balompié, un equipo bien trabajado y ambicioso, que puso en muchos aprietos a un conjunto blanquivioleta que esta vez no tuvo la eficacia rematadora que había mostrado en anteriores partidos en Zorrilla y, como consecuencia de esa falta de puntería, se le fue la victoria.

El partido fue entretenido porque ambos conjuntos buscaron la victoria. El Albacete no renegó de la iniciativa que durante minutos le dio el Real Valladolid en busca de su arma más letal, el contraataque. Con más pegada, el Alba podría haber hecho mucho daño al Real Valladolid. De hecho, pese a poner en aprietos a Jacobo, sólo consiguió marcar de penalti, un claro penalti cometido por Arzo en una mano innecesaria.

El gol visitante llegó en el minuto 61. Y el empate en el 67, gracias a un zapatazo sensacional de Jorge Alonso desde 30 metros, imparable para un buen portero como Navas.

Al Real Valladolid le faltó haber materializado algunas de las varias ocasiones que fabricó, siempre a través de sus dos mejores hombres, otra vez Guerra y Nauzet. Los dos futbolistas vallisoletanos hicieron un gran trabajo ofensivo, pero les faltó más acompañamiento y una pizca de acierto en el remate. Con eso, sin hacer un gran partido, al Real Valladolid le hubiera bastado para ganar, pese a no haber mostrado gran superioridad sobre un buen rival.

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