martes, 30 de noviembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
Real Valladolid 1 - PUTABURGOS 0
PASO FIRME DEL PROMESAS CON SU TRIUNFO ANTE EL BURGOS
El solitario tanto de Bacari permite al equipo filial poner más al rojo vivo la clasificación. 28 puntos tiene ahora la Arandina, por los 27 del Promesas y del Burgos
El líder Burgos visitaba los Campos Anexos para medirse al Promesas y el filial vallisoletano obtuvo un importantísimo triunfo. Además, lo logró con total justicia siendo merecedor de los tres puntos en liza. Bacari hizo el único tanto del encuentro que sirve para apretar aún más la clasificación del grupo VIII de la Tercera División.
El conjunto local buscaba resarcirse de la pasada derrota ante la Arandina y desde el comienzo demostró querer ir a por el partido. Fruto de ello llegaría el que, a la poste, sería el gol que daba la victoria al Promesas en el minuto 34. Una falta lateral cerca del centro del campo botada por Toni sirvió para que Bacari con la zurda hiciera el 1 a 0.
Tras la reanudación, el filial gozó de varias ocasiones pero el cancerbero Maureta se erigió en protagonista al sacar tres balones sobre la línea cuando en la grada ya se cantaba el gol, en una ocasión a Ochoa y en otras dos a Ricardo. En los últimos compases, el Burgos se estiró buscando la igualada pero el marcador no se movería más. La próxima semana, los pupilos de Retamero se medirán al Numancia B de los ex-canteranos Micky y Saúl.
Alineación Real Valladolid Promesas: Javi Jiménez; Felipe, Mongil, Cabrera, Pablo Gómez; Amaro (Ochoa, minuto 50), Durán; Juan García (Font, minuto 83), Bacari (Ricardo, minuto 62), Toni; Rubén Sánchez.
Alineación Burgos C.F: Aurreko, Urbano, Jaime, Colina, Jonathan Castro (Jacobo, minuto 46), Maureta, Lobera, Torres, Hugo Salamanca, Pablo Álvarez (Guille, minuto 55) y Espinosa (Javi Ramos, minuto 55).
Goles: 1-0 Bacari, minuto 34.
Árbitro: Vaquero Girón (Zamora), auxiliado en las bandas por Iglesias Gil y Pascual Salvador. Amonestó a los locales Durán, Amaro y Rubén Sánchez, y a los visitantes Lobera y Pablo Álvarez.
El solitario tanto de Bacari permite al equipo filial poner más al rojo vivo la clasificación. 28 puntos tiene ahora la Arandina, por los 27 del Promesas y del Burgos
El líder Burgos visitaba los Campos Anexos para medirse al Promesas y el filial vallisoletano obtuvo un importantísimo triunfo. Además, lo logró con total justicia siendo merecedor de los tres puntos en liza. Bacari hizo el único tanto del encuentro que sirve para apretar aún más la clasificación del grupo VIII de la Tercera División.
El conjunto local buscaba resarcirse de la pasada derrota ante la Arandina y desde el comienzo demostró querer ir a por el partido. Fruto de ello llegaría el que, a la poste, sería el gol que daba la victoria al Promesas en el minuto 34. Una falta lateral cerca del centro del campo botada por Toni sirvió para que Bacari con la zurda hiciera el 1 a 0.
Tras la reanudación, el filial gozó de varias ocasiones pero el cancerbero Maureta se erigió en protagonista al sacar tres balones sobre la línea cuando en la grada ya se cantaba el gol, en una ocasión a Ochoa y en otras dos a Ricardo. En los últimos compases, el Burgos se estiró buscando la igualada pero el marcador no se movería más. La próxima semana, los pupilos de Retamero se medirán al Numancia B de los ex-canteranos Micky y Saúl.
Alineación Real Valladolid Promesas: Javi Jiménez; Felipe, Mongil, Cabrera, Pablo Gómez; Amaro (Ochoa, minuto 50), Durán; Juan García (Font, minuto 83), Bacari (Ricardo, minuto 62), Toni; Rubén Sánchez.
Alineación Burgos C.F: Aurreko, Urbano, Jaime, Colina, Jonathan Castro (Jacobo, minuto 46), Maureta, Lobera, Torres, Hugo Salamanca, Pablo Álvarez (Guille, minuto 55) y Espinosa (Javi Ramos, minuto 55).
Goles: 1-0 Bacari, minuto 34.
Árbitro: Vaquero Girón (Zamora), auxiliado en las bandas por Iglesias Gil y Pascual Salvador. Amonestó a los locales Durán, Amaro y Rubén Sánchez, y a los visitantes Lobera y Pablo Álvarez.
domingo, 14 de noviembre de 2010
RVCF 3 - Celta 2
3-2: El Pucela rescata un triunfo en la locura
El Real Valladolid, que fue perdiendo hasta el minuto 66, acabó ganando al Celta con un gol de Jorge Alonso en el minuto 93 cuando los blanquivioleta jugaban con 10 jugadores y los gallegos con 9
El sol salió en Zorrilla en el descuento. La locura blanquivioleta se desató en el minuto 93, cuando el partido expiraba camino del empate. Ya no había ni fuerzas ni tiempo para más, pero Javi Guerra sacó una última vez la varita e hizo magia. Se fue por la banda derecha, puso un centro al primer palo y Jorge Alonso, con un defensa grapado al cuello, entró con fe, entró con todo, y consiguió desviar la trayectoria del balón al palo contrario, sin que Falcón pudiera evitar el tanto de la victoria blanquivioleta, una victoria agónica, pero victoria al fin y al cabo.
En realidad, la cordura en el césped se había perdido en el minuto 87, cuando el colegiado expulsó por discutir a Pedro López y Hugo Mallo, en medio de una tángana de los 22 jugadores, unos recriminando al lateral blanquivioleta un supuesto codazo que -si lo hubo- fue absolutamente involuntario, sin casi forcejeo por la pelota, y los otros defendiéndose del acoso de los unos. El caso es que tras la refriega, el colegiado, que no dio una a derechas en toda la mañana, optó por la incomprensible solución salomónica: expulsar a ambos futbolistas.
La expulsión de Pedro López dejó al Real Valladolid con 10 futbolistas y el de Hugo Mallo con 9 al Celta, puesto que en el minuto 82 Roberto Lago había sido expulsado por doble amonestación. Y en el arreón final, el Pucela ganó un partido intenso y vibrante ante un Celta que dejó en Zorrilla impronta de gran equipo.
El partido arrancó con un golazo de Nauzet en el minuto 3. Todo se le ponía de cara al Real Valladolid, que en el minuto 8 no consiguió el segundo gol de verdadero milagro, al no poder precisar Calle un remate a bocajarro ante Falcón. Pero el Celta, poco a poco, fue ganando terreno y consiguió empatar en el minuto 18 con un tiro desde la frontal de Trashorras, que firmó un gran partido para los suyos.
Con el empate llegaron los nervios a la grada y al césped. Los vallisoletanos perdieron el sitio por momentos y el Celta se encontró como pez en el agua, firme y convencido de que podía pescar una victoria importante en Zorrilla.
Avisó David Rodríguez con un disparo al palo a la media hora de juego y De Lucas puso el 1-2 en el minuto 38, tras recortar a Jordi en el área pequeña y batir a Jacobo con poco ángulo de tiro, colocando el balón entre las piernas del portero vallisoletano.
Si el Celta había acabado bien la primera mitad, en la segunda comenzó mejor. Por momentos, el partido se le escapaba al Pucela porque la sensación de peligro que daba su rival le acercaba al tercer gol.
Pero Gómez, desde el palco, movió ficha y el cambio fue decisivo: en el minuto 64, Jorge Alonso entró por Calle. El Real Valladolid perdía una referencia arriba, pero ganaba en el centro del campo. Álvaro Rubio se quedó como único pívote por delante de la defensa, y Rueda adelantó su posición con Jorge Alonso, para dibujar un 4-1-4-1. El Pucela empezó a presionar más la salida de balón y el Celta empezó a tener dificultades para jugar entre líneas.
Con dificultad, el Real Valladolid consiguió zafarse de la presión del Celta y más con el corazón que con la cabeza se acercó al área visitante. Lo intentó por las bandas con poco resultado y acabó encontrando el gol por el centro, con un pase interior de Rueda para Guerra, que dejó al delantero ante Falcón. El pichichi blanquivioleta no falló.
En los últimos minutos se desató la locura y en el río que había revuelto el Celta para matar el partido, el Pucela acabó pescando tres puntos.
El Real Valladolid, que fue perdiendo hasta el minuto 66, acabó ganando al Celta con un gol de Jorge Alonso en el minuto 93 cuando los blanquivioleta jugaban con 10 jugadores y los gallegos con 9
El sol salió en Zorrilla en el descuento. La locura blanquivioleta se desató en el minuto 93, cuando el partido expiraba camino del empate. Ya no había ni fuerzas ni tiempo para más, pero Javi Guerra sacó una última vez la varita e hizo magia. Se fue por la banda derecha, puso un centro al primer palo y Jorge Alonso, con un defensa grapado al cuello, entró con fe, entró con todo, y consiguió desviar la trayectoria del balón al palo contrario, sin que Falcón pudiera evitar el tanto de la victoria blanquivioleta, una victoria agónica, pero victoria al fin y al cabo.
En realidad, la cordura en el césped se había perdido en el minuto 87, cuando el colegiado expulsó por discutir a Pedro López y Hugo Mallo, en medio de una tángana de los 22 jugadores, unos recriminando al lateral blanquivioleta un supuesto codazo que -si lo hubo- fue absolutamente involuntario, sin casi forcejeo por la pelota, y los otros defendiéndose del acoso de los unos. El caso es que tras la refriega, el colegiado, que no dio una a derechas en toda la mañana, optó por la incomprensible solución salomónica: expulsar a ambos futbolistas.
La expulsión de Pedro López dejó al Real Valladolid con 10 futbolistas y el de Hugo Mallo con 9 al Celta, puesto que en el minuto 82 Roberto Lago había sido expulsado por doble amonestación. Y en el arreón final, el Pucela ganó un partido intenso y vibrante ante un Celta que dejó en Zorrilla impronta de gran equipo.
El partido arrancó con un golazo de Nauzet en el minuto 3. Todo se le ponía de cara al Real Valladolid, que en el minuto 8 no consiguió el segundo gol de verdadero milagro, al no poder precisar Calle un remate a bocajarro ante Falcón. Pero el Celta, poco a poco, fue ganando terreno y consiguió empatar en el minuto 18 con un tiro desde la frontal de Trashorras, que firmó un gran partido para los suyos.
Con el empate llegaron los nervios a la grada y al césped. Los vallisoletanos perdieron el sitio por momentos y el Celta se encontró como pez en el agua, firme y convencido de que podía pescar una victoria importante en Zorrilla.
Avisó David Rodríguez con un disparo al palo a la media hora de juego y De Lucas puso el 1-2 en el minuto 38, tras recortar a Jordi en el área pequeña y batir a Jacobo con poco ángulo de tiro, colocando el balón entre las piernas del portero vallisoletano.
Si el Celta había acabado bien la primera mitad, en la segunda comenzó mejor. Por momentos, el partido se le escapaba al Pucela porque la sensación de peligro que daba su rival le acercaba al tercer gol.
Pero Gómez, desde el palco, movió ficha y el cambio fue decisivo: en el minuto 64, Jorge Alonso entró por Calle. El Real Valladolid perdía una referencia arriba, pero ganaba en el centro del campo. Álvaro Rubio se quedó como único pívote por delante de la defensa, y Rueda adelantó su posición con Jorge Alonso, para dibujar un 4-1-4-1. El Pucela empezó a presionar más la salida de balón y el Celta empezó a tener dificultades para jugar entre líneas.
Con dificultad, el Real Valladolid consiguió zafarse de la presión del Celta y más con el corazón que con la cabeza se acercó al área visitante. Lo intentó por las bandas con poco resultado y acabó encontrando el gol por el centro, con un pase interior de Rueda para Guerra, que dejó al delantero ante Falcón. El pichichi blanquivioleta no falló.
En los últimos minutos se desató la locura y en el río que había revuelto el Celta para matar el partido, el Pucela acabó pescando tres puntos.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Rayo V 3- RVCF 0; volvemos a las andadas.
3-0: El Pucela se encoge en Vallecas
Dos errores defensivos ofrecieron en bandeja sendos tantos a los locales, que se mostraron superiores principalmente en la segunda parte
El Real Valladolid no pudo traerse nada positivo del madrileño barrio de Vallecas tras un partido en el que se vio desbordado, principalmente en la segunda parte, por unos locales que volvieron a mostrar su gran nivel en casa gracias a los goles de Armenteros (2) y Lucas. El Pucela, por su parte, sigue maldito lejos de Zorrilla y no gana a domicilio desde que lo hiciera en la segunda jornada liguera en Granada.
Con las principales novedades de Jesús Rueda y Keita por parte blanquivioleta, el Real Valladolid dominó el encuentro durante los primeros compases. El partido se disputaba en campo rayista, la pelota era visitante y los de Sandoval se cerraban en busca de pelotazos largos para Lucas. No había ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, aunque la sensación de dominio era clara a favor del Pucela.
Lamentablemente, un error individual cambió el rumbo, el gol llegó en una ocasión que no lo fue. Marc Valiente -brillante en tantas ocasiones- se confió, cedió el balón hacia atrás para Jacobo y Armenteros apareció para fusilar. El tanto no adormiló al Real Valladolid en un principio, con disparos de Nauzet y Javi Guerra, pero lo cierto es que el error hizo crecer las dudas. El Rayo se cerró a la perfección, cómodo, y creaba peligro a la contra. Más aún cuando Mariscal Sánchez no vio una clara mano en el área rayista tras disparo de Javi Guerra. Una infracción flagrante que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro pero que se quedó en el limbo. Con una buena parada de Jacobo después de un disparo lejano de Javi Fuego se llegó al descanso.
Antonio Gómez trató de cambiar el decorado con los cambios realizados nada más reanudarse el juego. Nauzet y Keita fueron sustituidos por Jofre y Jorge Alonso, lo que modificó el dibujo habitual sobre el césped. Pero no era el día del Pucela, puesto que el partido siguió por los mismos derroteros. El Rayo estaba muy cómodo esperando y los blanquivioleta no creaban peligro en una segunda parte en el que los locales se mostraron superiores. Sandoval planteó un partido con mucho desgaste en un campo estrecho que encogió a un Pucela que no supo encontrar el camino para hacer daño a Cobeño.
Un disparo cruzado con la zurda del debutante Lucas y un nuevo robo de cartera a la defensa vallisoletana del astuto Armenteros sentenciaron el partido y prolongaron una jornada más la mala racha del Real Valladolid lejos de casa. El próximo domingo el Pucela vuelve a Zorrilla, que deberá seguir siendo un fortín.martes, 2 de noviembre de 2010
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